
¿Cómo está influyendo la crisis de la pandemia del Covid-19 en la inversión en I+D+i y en los proyectos de investigación en la industria alimentaria?
En el origen de la crisis, las empresas demandaban servicios fundamentales para continuar con su actividad y seguir abasteciendo a la sociedad. Por tanto, en esa fase, los temas de medio y largo plazo se frenaron mucho. La formación o los nuevos proyectos de I+D+i pasaron a un segundo plano. Ahora, la formación se ha reenfocado y se está recuperando con fuerza. Los proyectos de I+D+i vigentes sí que siguen su curso, pero creo que todavía habrá que esperar un poco para que se lleven a cabo inversiones en nuevos proyectos.
¿Qué está haciendo CNTA para apoyar a las empresas y cuáles son las principales inquietudes que han detectado en esta crisis?
CNTA ha estado desde el origen de esta crisis dando soporte a la industria alimentaria. Principalmente, y sobre todo en el origen, las demandas de las empresas iban encaminadas a tratar temas del corto plazo: control de producto y validación de parámetros de proceso e instrumentos de medida. En cuanto a dudas o cuestiones, nos pedían recomendaciones sobre seguridad alimentaria, que lleváramos a cabo controles analíticos… Para dar respuesta a todo ello adaptamos y ampliamos varios de nuestros servicios. Ahora las empresas ya están pensando en el pos-Covid-19, en un escenario en el que ya se percibe una mayor importancia de los alimentos con impacto positivo en la salud, asequibles, seguros y de cercanía.
¿En qué proyectos y líneas de investigación más destacados trabaja actualmente el centro?
Trabajamos en desarrollo de ingredientes y nuevas formulaciones y procesos alimentarios; en nuevas tecnologías y estrategias de conservación; microbiología industrial; calidad y seguridad alimentaria 4.0 , etc. Y en colaboración con las empresas alimentarias, en alimentos más sostenibles, saludables y adecuados a las diversas tendencias de mercado. En el escenario actual, la preocupación por la alimentación como factor clave de la salud es mayor si cabe. Seguir una alimentación saludable y personalizada, que nos ayude a mejorar nuestro estado en general y nuestras defensas frente a infecciones en particular, va a estar en el eje de muchos de los desarrollos de nuevos alimentos.
En su opinión, ¿qué importancia tiene la innovación para la competitividad de la IAB y para salir de la crisis socioeconómica actual?
La temática del año pasado de nuestra asamblea de socios fue ‘Innovar para crecer’. Creo que ese concepto podríamos adaptarlo hoy mismo a ‘innovar para adaptarse con garantías al nuevo escenario’. Es una idea que compartimos todos los agentes de la industria, que en este momento la innovación va a ser más relevante que nunca. Y creemos que la innovación debe surgir de una especial atención al consumidor y a sus demandas. Escucharle nos permitirá adelantarnos a sus futuras necesidades. Ojalá que a través de la innovación la industria pueda prosperar en los próximos años.
Otras informaciones en la edición de Tecnifood núm. 129 (mayo/junio 2020)