El proyecto europeo BIO4MAP para el desarrollo de un nuevo envase transparente, multicapa, barrera, totalmente biodegradable y reciclable para pasta fresca y diferentes tipos de quesos que necesitan un empaquetado en atmósfera modificada, ha culminado con la presentación de una nueva generación de envases cuyo coste es hasta un 25% inferior al de los convencionales, y cuyo impacto ambiental también es inferior, con una huella de carbono hasta un 29% menor.
Aimplas ha coordinado a otras nueve empresas y centros tecnológicos en las investigaciones que han hecho posible el proyecto BIO4MAP, de 30 meses de duración y dotado con un presupuesto de 1,5 millones de euros, con financiación dentro del séptimo Programa Marco de la Unión Europea.
Las investigaciones han desembocado en la obtención de envases aptos para contener alimentos envasados en atmósfera modificada, que aíslan el producto del oxígeno y de la humedad para impedir el desarrollo de bacterias y hongos. Este desarrollo combina distintas capas de bioplásticos (PLA, PVOH y adhesivos) y un recubrimiento de cera obtenido a partir de las hojas de olivo.
La principal ventaja del PLA es que se trata de un material fácilmente reciclable y con excelentes propiedades mecánicas, en tanto que el PVOH aporta barrera a los gases y es soluble al agua, de modo que se elimina en el proceso de lavado, haciendo posible el reciclado del PLA. En el nuevo envase, ambas capas se unen mediante la aplicación de innovadores adhesivos biodegradables, mientras que un recubrimiento de cera elaborado a partir de hojas de olivo aporta barrera al vapor de agua. Este recubrimiento, que no desaparece en el proceso de lavado, actúa como plastificante para el PLA, mejorando su flexibilidad.
El conjunto de estos materiales ha asegurado un envase claramente más sostenible, ya que presentan una huella de carbono un 57% menor a la de los materiales empleados tradicionalmente en la fabricación de envases para este tipo de alimentos.
Entre los socios del proyecto coordinado por Aimplas se encuentra Central Quesera Montesinos, empresa interproveedora de Mercadona y potencial usuaria de los nuevos envases para sus medallones de queso de cabra. Otros usuarios finales de los envases son la belga Altoni-Kelderman, fabricante de pasta fresca, y la alemana Sachsenmilch, que envasa queso en lonchas.
También han participado en BIO4MAP las españolas Vallés Plàstic, que se encarga de aplicar el recubrimiento de cera, y Artibal, fabricante de barnices, lacas y tintas, encargado de la formulación del mismo. Además, han formado parte del proyecto la empresa de compounding Mapea, en Francia, que ha desarrollado el adhesivo biodegradable junto con el centro de investigación Abo Akademi de Finlandia, el fabricante francés de envases Bobino Plastique, y el centro tecnológico alemán Fraunhofer IVV, focalizado en el desarrollo de las ceras del recubrimiento.
Según ha explicado Nuria López, investigadora principal del proyecto en Aimplas, además de la de coordinador, la función del Instituto Tecnológico del Plástico “ha estado centrada en el desarrollo del material biodegradable y barrera a oxigeno necesario para cumplir con los requerimientos finales de los alimentos a envasar y es el encargado del procesado de los nuevos materiales que se han desarrollado para la obtención del nuevo envase multicapa”.

El Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, ha coordinado las investigaciones del proyecto europeo BIO4MAP, que ha culminado en el desarrollo de nuevos envases sostenibles que alargan la vida útil de quesos y pasta fresca, con un ahorro en costes hasta un 25% y una reducción de la huella de carbono del 29%

Aimplas presenta los resultados del proyecto europeo BIO4MAP

Aimplas presenta los resultados del proyecto europeo BIO4MAP