
"La industria española de alimentación y bebidas es un agente estratégico a nivel económico y social, situándose como el primer sector empresarial en España. En total, emplea a más de medio millón de trabajadores a través de más 30.000 empresas", ha indicado el Cluster FOOD+i, asociación de empresas agroalimentarias innovadoras del Valle del Ebro.
Para el director gerente de esta entidad, Juan Viejo Blanjard, además, "la crisis del COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia del sector ante un aumento en el ticket medio de compra de un 42%, de acuerdo con cifras de la consultora Kantar”. Igualmente, estas empresas han tenido que adaptarse de forma inmediata a las nuevas demandas y medidas para reforzar tanto la seguridad alimentaria como la salud de los empleados.
Por todo ello, y a pesar de la importante reducción en las ventas dentro del canal restauración, en el actual contexto “las empresas alimentarias han evidenciado de nuevo que es un sector de futuro donde invertir, de poco riesgo, preparado para adaptarse a las nuevas demandas de consumo y que se centra en la producción de bienes de primera necesidad”, ha explicado Juan Viejo Blanjard.
Asimismo, destaca el papel de la innovación en el sector. "Prueba de ello es que el Cluster FOOD+i anunció recientemente que es el único clúster español que se integrará dentro del EIT Food, una de las ocho comunidades de innovación establecidas por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT)". Entre sus proyectos destacan iniciativas relacionadas con la educación para una alimentación más saludable, con zero waste o servicios de delivery más sostenibles. Asimismo, también cuenta con proyectos para profesionales, que incluyen formación para dar respuesta a problemas actuales, como el suministro durante la crisis del COVID-19, y actúa como soporte sobre tendencias y nuevas formas de consumo.
Medidas adoptadas
Ante esta crisis, las compañías agroalimentarias que forman parte del Cluster FOOD+i están facilitando que sus empleados entren y salgan de forma escalonada, han reforzado los procesos de desinfección y han rediseñado las áreas de trabajo. Además, han llevado a cabo una reorganización productiva con nuevos turnos laborales para reducir el número de personas en contacto.
Del mismo modo, estas firmas han impartido formaciones preventivas y han garantizado la disponibilidad de equipos de protección individual, que son habituales durante los procesos de producción. Su plantilla también ha incrementado las precauciones de higiene personal.
“Se ha producido una rápida adaptación ante las estrictas medidas de seguridad exigidas por las circunstancias con el objetivo de prevenir los contagios y de satisfacer la alta demanda, sobre todo durante las primeras semanas de confinamiento”, ha indicado el director gerente del Cluster Food+i.
Otras informaciones en la edición impresa de Tecnifood núm. 129 (mayo/junio 2020)