
Las cifras que aporta el Ministerio muestran que las ventas internacionales “crecieron un 8,9% respecto al mismo período del año anterior, hasta los 277.126 millones de euros”. Desde Amec, se afirma que esta subida en los índices económicos se debe en gran parte a “la recuperación del comercio mundial y a los elevados precios de la energía, que hace incrementar el valor de las exportaciones”.
De esta manera, España supera en sus índices de crecimiento a sus competidores directos, a excepción de Reino Unido, y mantiene así una tendencia al alza por la que sigue ganando cuota de mercado a nivel global.
Las exportaciones crecen hasta rozar el 9%, superando los 277 millones de euros.
En este sentido, cabe destacar la caída en las exportaciones al país británico por primera vez en años, lo que se explica como respuesta al “cambio de modelo económico del país y a la depreciación de la libra esterlina”, analizan desde Amec. Esta situación plantea un desafío a las empresas españolas, que deberán aumentar su competitividad para introducirse en el mercado tras el Brexit.
La otra cara de la moneda es el mercado americano: tal y como explica Joan Tristany, director general de Amec, “La economía de EEUU crece y las empresas españolas lo están aprovechando”.
A pesar de esta buena noticia, la organización señala como punto de debilidad de las empresas nacionales el “importante incremento del déficit comercial”, muy influido por los precios del sector energético.
Sin embargo, desde la asociación insisten en destacar como muy favorable el considerable desarrollo al alza de la importación de insumos para la industria, indicativo del regreso de la inversión industrial.
Gracias, por traernos este segundo libro