
Con el objetivo de mantener en sus cotas más altas la calidad y la seguridad alimentaria, Ardo, uno de los mayores productores mundiales de frutas, verduras y hierbas frescas congeladas, ha implementado en sus procesos de producción los avanzados clasificadores ópticos Sortex F de Bühler, que cuentan con el vanguardista sistema de detección de materiales extraños Sortex PolarVision. La empresa también ha aprovechado el kit de actualización PolarVision, de modo que ha ahorrado costes significativos al adaptar la tecnología avanzada a sus clasificadores Sortex E existentes.
La compañía Ardo ha utilizado los equipos de clasificación de Bühler durante muchos años y ahora cuenta con su tecnología PolarVision en sus líneas de clasificación en toda Europa
El gigante Ardo cuenta con 21 instalaciones de producción, envasado y distribución en nueve países, generando un negocio de más de 1.000 millones de euros al año y procesando 860.000 toneladas de frutas, verduras y hierbas congeladas, que se comercializan en más de 100 países. Para garantizar una alta calidad y una máxima frescura, la compañía ubica sus plantas cerca de centros agrícolas fértiles en Europa, operando con una red cuidadosamente seleccionada de 3.500 cultivadores. Por ello, la firma necesita que ese esfuerzo en lograr unas materias primas de calidad se complemente con la máxima seguridad alimentaria durante el proceso, siendo aquí donde los clasificadores Sortex de Bühler juegan un papel esencial.
Según declara Steven Van Engelandt, ingeniero de Proyectos del Grupo Ardo, "la seguridad alimentaria es muy importante, es la piedra angular de nuestra estrategia corporativa, e invertimos en las tecnologías más avanzadas para ayudarnos a lograr esto". La compañía ha utilizado la tecnología de clasificación de Bühler durante muchos años y "ahora tenemos su tecnología PolarVision en nuestras líneas de clasificación en toda Europa. En nuestras instalaciones de producción en Bélgica, por ejemplo, acabamos de actualizar nuestra Sortex E con PolarVision, ya que necesitábamos mejorar nuestra capacidad para eliminar cualquier tipo de material extraño".
Combinación de dos tecnologías patentadas para un nivel máximo de detección
El pionero clasificador óptico Sortex F de Bühler, equipado de serie con Sortex PolarVision, es un sistema de detección que combina dos tecnologías patentadas pioneras de Bühler, para brindar una detección de materiales extraños al máximo nivel. Recientemente, Ardo instaló otros dos Sortex F en su planta de procesamiento en España, en la localidad de Benimodo. Sobre estos equipos, Van Engelandt afirma que “el Sortex F cumple perfectamente con nuestros estándares de calidad, seguridad e higiene. Los consumidores en todas partes son cada vez más exigentes y esperan una alta calidad y seguridad de una marca líder como Ardo". En este sentido, "vemos a Bühler como nuestro socio tecnológico", y considera que PolarVision "es una de las mejores tecnologías de visión digital cuando se trata de detectar materiales extraños en el proceso industrial de vegetales congelados".
Sobre la elección de estos equipos recuerda que “probamos todas las demás opciones, incluyendo láser, clorofila, translucidez, pero PolarVision fue insuperable y se está volviendo estándar en todas nuestras plantas. Cuando probamos PolarVision, la materia extraña anteriormente problemática, como los caracoles y el plástico oscuro, se hizo visible y se eliminó, con un aumento en los rendimientos, debido a una detección más precisa de los defectos".
Por su parte, Stefano Bonacina, gerente de Desarrollo de Segmentos para Frutas y Hortalizas en Europa y CIS en Sortex, señala que "los procesadores que desean lograr una mayor eficiencia de clasificación en términos de materiales extraños así como la eliminación de defectos de color, pueden elegir entre el Sortex F equipado con PolarVision o si ya tienen el Sortex E, pueden actualizarlo". El kit de actualización PolarVision "ha sido diseñado para ser instalado con interrupciones y tiempos de inactividad mínimos, permitiendo la eliminación de materia extraña notoriamente difícil de detectar, por una fracción del coste de invertir en un nuevo clasificador", concluye.