
"El cambio de estilo de vida tiene la capacidad de redefinir el sector de empaquetado, tal y como hemos presenciado recientemente con el fenómeno de la “snackificación”, es decir, el consumo de aperitivos en reemplazo de las comidas. De hecho, en 2019 el 66% de las personas adultas de Europa tomó un aperitivo al menos una vez al día, mientras que el 37 % de los jóvenes de entre 25 y 34 años reconoció consumir un tentempié en lugar de una comida completa, al menos, una vez a la semana (fuente: Mintel)", explica a Tecnifood Mike Pipe, responsable de ventas globales de Mettler-Toledo Safeline X-ray
"Los consumidores que llevan una vida ajetreada en mercados maduros han buscado soluciones más cómodas, oportunas y portátiles para saciar el hambre: paquetes más pequeños de productos alimentarios que puedan llevar consigo, abrir, cerrar y volver a abrir. Incluso en casa, el cambio de rumbo hacia el “picoteo”, es decir, el consumo de porciones más frecuentes, pero más pequeñas, de alimentos nutritivos, ha provocado el paso a los paquetes más pequeños de ahora en adelante", añade.
"La tendencia de los paquetes pequeños también se adapta a la perfección a un público más preocupado por su salud, que cuenta cada caloría: la gente quiere productos listos para consumir y con una porción de tamaño sensato. Por ello, productos como dulces de chocolate en paquetes pequeños y flexibles o porciones individuales de cereales para el desayuno satisfacen esta necesidad", explica Pipe.
Comodidad y menor desperdicio, los principales drivers
Los cambiantes factores demográficos que han provocado la reducción del tamaño medio de los hogares también han puesto de relieve la necesidad de soluciones de empaquetado que cumplan los requisitos de comodidad y menor desperdicio de alimentos.
"Después, vino el Covid-19 y arrasó con el mundo que conocíamos a su paso, incluida la posibilidad de frenar nuestro rápido estilo de vida de muchas formas. Se impusieron restricciones de desplazamiento y trabajo destinadas a poner freno a la crisis sanitaria, lo cual influyó de manera directa en el incremento de la demanda de alimentos reconfortantes. A lo largo de la pandemia, también hemos asistido a un aumento del empaquetado de usar y tirar y de porciones individuales, ya que los consumidores necesitaban una garantía adicional que les asegurara que podían comer los productos de sus marcas favoritas con total seguridad y que estos habían sido manipulados por el menor número posible de personas", continúa Mike Pipe, responsable de ventas globales de Mettler-Toledo Safeline X-ray.
En cuanto a los fabricantes, "estos tuvieron que aprender algunas lecciones durante la pandemia sobre la rápida evolución de la demanda de los consumidores y la forma en que esta podía influir en las tendencias de empaquetado. Por ejemplo, al comienzo del período de confinamiento, en Reino Unido se produjo un fenómeno en el que los supermercados se quedaron sin paquetes de harina, puesto que, al parecer, a la gente le apeteció más elaborar productos de panadería en casa y, aunque quedaba mucha harina en los molinos, los fabricantes habían planificado sus suministros para el empaquetado en torno a la entrega de grandes sacos de harina a los restaurantes. Al ordenar los gobiernos el confinamiento de la población y el cierre de los restaurantes con el fin de frenar la propagación del virus Covid-19, la demanda de paquetes pequeños sustituyó a la de sacos grandes de harina. Sin embargo, cuando se acabaron las existencias de paquetes pequeños para la venta minorista, los estantes de los supermercados que deberían estar ocupados por los paquetes de harina estaban vacíos. De esta forma, el virus supuso una mayor demanda por parte de los consumidores de envases pequeños".
La innovación en la tecnología de empaquetado ha permitido la adaptación a estos cambios sociales, y a su impacto en el tamaño de los paquetes. El mercado puede responder ahora mejor a las demandas de portabilidad mediante el diseño de paquetes con materiales flexibles y ligeros, mientras que el desarrollo en la tecnología de resellado permite cumplir con el requisito de comodidad.
Por lo tanto, la industria se encuentra en una posición privilegiada para aprovechar este mercado global de empaquetado de porciones individuales, que, según se ha previsto, crecerá en más de 30 500 millones de dólares de 2018 a 2022, con una tasa combinada de crecimiento anual (CAGR, por sus siglas en inglés) del 5 % (fuente: Technavio). En este mismo informe, se cita la rentabilidad de este tipo de empaquetado como uno de los principales factores para impulsar este mercado.
Protección de la tendencia de paquetes pequeños mediante la inspección de productos
La tecnología de inspección de productos es el gran aliado con el que siempre pueden contar los fabricantes de alimentos para asegurar que los productos con paquetes pequeños cumplan estándares de seguridad del consumidor, exactitud del etiquetado y conformidad con las normativas alimentarias igual de exigentes que los paquetes de otros tamaños. Algunos ejemplos de ello son:
- La tecnología de control de peso permite realizar un pesaje preciso de las porciones de menor tamaño.
- La detección de metales y la inspección por rayos X facilitan la detección de contaminantes.
- Los controles de garantía de calidad, incluidos los defectos de empaquetado y la integridad de la marca, quedan completos con la inspección por rayos X.
- La verificación de las etiquetas se lleva a cabo mediante sistemas de inspección por visión que comparan cada etiqueta con el contenido preprogramado, con el fin de asegurar que se declaren todos los alérgenos contenidos en los paquetes pequeños.
La eficiencia de la fábrica y de la línea de producción también podría convertirse en un factor importante, ya que los fabricantes se pueden enfrentar a cambios múltiples y más frecuentes en los tipos y tamaños de productos. La inversión en tecnologías de inspección de productos pensadas para el futuro, que puedan adaptarse a estos múltiples cambios a elevadas velocidades de producción, permitirá a los fabricantes más innovadores rentabilizar mejor este mercado emergente de paquetes pequeños.
En conclusión, los paquetes de tamaño pequeño constituyen una excelente y creciente oportunidad comercial para los fabricantes de alimentos. Se prevé que el crecimiento más significativo del gasto per cápita en alimentos hasta el 2020 se producirá en los países maduros, sobre todo en Europa occidental y Norteamérica; los fabricantes de alimentos pueden aportar valor al empaquetado de alimentos en estas regiones, en las que la evolución de los comportamientos de consumo exige una respuesta flexible.
Por otro lado, "la experiencia del consumidor será de suma importancia para que la reducción del tamaño de los paquetes tenga éxito. En este sentido, el correcto uso de las tecnologías de inspección de productos permite a los fabricantes asegurar que esa experiencia sea tanto segura como agradable", finaliza el directivo.
Otras informaciones en la edición de Tecnifood núm. 134 (marzo/abril 2021)