
La valorización de los residuos resultantes de los procesos de fabricación de alimentos es una de las claves para contirubir a la economía circular en el sector. En este sentido, trabaja el proyecto Life Brewery, integrado en el programa LIFE de la Unión Europea, impulsado y coordinado por el centro tecnológico AZTI, y cuyo objetivo es la reutilización de los subproductos derivados de la producción de cerveza para darles una segunda vida como alimentos para peces de acuicultura.
La iniciativa, que se desarrollará hasta 2020 con un presupuesto global de 1,5 millones de euros, permitirá aprovechar las más de 6 millones de toneladas de bagazo y el millón de toneladas de levadura que se generan en la fabricación cervecera, convirtiéndolos en ingredientes con el mismo valor nutricional, digestibilidad y seguridad alimentaria que los de los piensos empleados en el sector acuícola. Una actividad que viene experimentado un gran crecimiento, que ya en 2012 superaba a la pesca extractiva y que, según el estudio The State of World Fisheries and Aquaculture editado en 2018 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) constituyó un 53% de la pesca total con más de 110 millones de toneladas y un valor de 194.778 millones de euros, en 2016.
La mayor parte del pescado criado en piscifactorías se alimenta con piensos elaborados a base de harina de pescado, lo que supone que solo la elaboración de piensos para peces absorbe en torno al 83% de la producción mundial de estos dos ingredientes. En relación a ello, David San Martin, experto en economía circular de AZTI, señala que "sustituir la harina de pescado en la fabricación de piensos por ingredientes derivados de la producción de otros alimentos permitirá disminuir el impacto en el medio marino, reducir costes y contribuir a la sostenibilidad”.
Life Brewery busca la máxima eficiencia en el uso de los recursos naturales y la creación de sinergias entre diferentes sectores productivos para el aprovechamiento de sus residuos y la generación de actividad económica
En paralelo, la industria cervecera se verá beneficiada al poder obtener rendimiento económico de unos subproductos que, de otra manera, se convertirían en residuos y, además, podrían suponerles un gasto. Asimismo, la valorización y el aprovechamiento del bagazo y la levadura permitirán desarrollar una nueva actividad económica que generará un impacto positivo en términos de creación de empleo.
Hasta el momento, AZTI ha obtenido cuatro prototipos de ingredientes, levadura y bagazo, hidrolizado y sin hidrolizar, y ha completado de forma satisfactoria las pruebas de digestibilidad con peces de estos nuevos ingredientes. “Una vez definidos los porcentajes óptimos en la composición de los piensos, el siguiente paso consistirá en realizar pruebas de eficiencia nutricional con peces. En ellas se llevará a cabo una comparativa del engorde de los ejemplares para comprobar su respuesta en esta fase de la cría”, Avanza David San Martín.
Junto a AZTI participan en el proyecto Life Brewery, el instituto de investigación IRTA, las empresas Riera Nadeu y LKS Krean y la Asociación de Cerveceros Europea.