
En el marco de la Cátedra Betelgeux para el desarrollo de una economía sostenible de la Universidad Católica de Valencia (UCV), el especialista en soluciones de higiene para la industria alimentaria, Betelgeux-Christeyns, presentó su informe anual de Responsabilidad Social Empresarial (IRSE 2017). Acto que aprovechó para dar a conocer el nuevo vídeo corporativo de la compañía en el que cobran protagonismo valores como la sostenibilidad, medio ambiente, conciliación de la vida laboral y familiar y plan de igualdad, así como la relación con los distintos grupos sociales.
El evento, que contó con la presencia de empresarios y alumnos de la UCV, fue presentado por el consejero delegado de Betelgeux, Enrique Orihuel. Asimismo, participaron en el acto Juan Sapena, director de la Cátedra Betelgeux de la UCV, y Fernando Lorenzo, director de I+D de esta entidad.
En su intervención, Enrique Orihuel, subrayó que un proyecto empresarial debe estar fuertemente arraigado en la sociedad, “teniendo siempre presentes, no solo a los accionistas, sino también a los trabajadores, a los clientes, a los proveedores, al entorno y al medio ambiente”. En base a ello argumentó que la Responsabilidad Social Empresarial, “no puede ni debe limitarse a cumplir legislaciones y normativas e incluso convenciones sociales, sino que debe incorporar unos valores que superen el mínimo legalmente exigible y que partan de una idea tan simple como que la empresa trabaja con personas y para personas”. En este sentido, señaló como valores que deben tenerse en cuenta la contribución al bien común, la consideración de la dignidad de las personas, con todo lo que ello implica, y la creación de productos y servicios que satisfagan necesidades útiles.
A continuación, el director de Innovación y Calidad de Betelgeux, Fernando Lorenzo, se encargó de presentar el IRSE 2017, elaborado según el estándar internacional de Global Reporting Initiative (GRI G4), y recordó que la empresa adquirió su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social uniéndose a la Red Española del Pacto Mundial de la Naciones Unidades en febrero de 2017. El informe recoge cómo la compañía crea valor económico y social poniendo el foco en las personas, aspecto en el que Lorenzo destacó que la firma cuenta con la certificación de Igualdad de la Generalitat Valenciana, por lo que en la actualidad la plantilla está formada por un 60% de hombres y un 40% de mujeres, y remarcó la existencia de un plan de conciliación de la vida laboral y familiar. Fernando Lorenzo definió a los trabajadores de la empresa como base “de nuestra fortaleza y fuente de innovación y excelencia en nuestro servicio. Es por ello que hemos implantado políticas y medidas para contribuir a aumentar la satisfacción y su bienestar”. Asimismo, señaló que “en Betelgeux intentamos mantener un buen ambiente laboral mediante la atención continua a sus preocupaciones. Disponemos de un plan de formación y desarrollo de la empresa que contempla actividades formativas para todos ellos”.
Proveedores como sinónimo de calidad y respeto medioambiental, dos pilares de la RSE
También se refirió a los proveedores como otro de los grupos de interés de la empresa y como parte de su Plan de Calidad. En este sentido, señaló que “la selección de proveedores incluye criterios de calidad y también de responsabilidad social, valorando a aquellos que nos ayudan a garantizar la calidad de nuestros productos y servicios, y a avanzar en nuestro objetivo de mejorar la sostenibilidad de nuestra actividad”.
Por su parte, entre las acciones orientadas a contribuir al beneficio para la comunidad, Lorenzo hizo especial mención a “la colaboración con las universidades” así como al apoyo y financiación “de distintas organizaciones y eventos con fines sociales, el fomento de la cultura de la higiene y la seguridad alimentaria entre los más pequeños”.
En el capítulo medioambiental, el director de Innovación y Calidad de Betelgeux explicó que desde la compañía se fomenta el concepto de “higiene sostenible” como forma de minimizar el impacto sobre el entorno, para lo que se toman medidas internas como la digitalización, la optimización de procesos y la política de vertido cero, “de manera que no se vierte ninguna clase de residuos al medio ambiente en los distintos procesos de producción”. Entre los proyectos iniciados este año para mejorar su huella ambiental citó “la instalación de placas solares para conseguir que, al menos, la mitad de la energía consumida proceda de fuentes renovables”. Adicionalmente, “hemos instalado un sistema de recogida, tratamiento y recuperación de aguas residuales, con el fin de minimizar el consumo de agua”. Y finalmente, “hemos iniciado la plantación de árboles en una extensión de 5.000 m2, en el polígono de Ador, contribuyendo a disminuir la huella de carbono de nuestras instalaciones”.
Para concluir la presentación, el director de la Cátedra Betelgeux, Juan Sapena, repasó la trayectoria de la compañía, “que comparte el compromiso por la responsabilidad social corporativa con nosotros. En la higiene industrial, uno de los ejes fundamentales es la seguridad alimentaria y, en este sentido, Betelgeux está en la cresta de la ola tecnológica”, concluyó.