La biotecnología industrial, también conocida como 'biotecnología blanca', que utiliza microorganismos vivos para crear nuevos productos y aplicaciones en diversos sectores se ha convertido en un aliado de la industria química en sus esfuerzos por desarrollar una actividad más sostenible. Tal es el caso del sector de la limpieza industrial, en el según ha explicado, Antonio Alberola, director de producto de Cleanity, en el marco de ChemPlast Expo, "se han creado un gran número de soluciones innovadoras que son incluso más eficaces que los tradicionales". 

Durante su ponencia sobre 'Innovación en la Industria Alimentaria y Agroquímica', Alberola ha puesto sobre la mesa que la irrupción de este tipo de biotecnología se ha generado a partir de que la industria ha ido tomando conciencia de que los nuevos desarrollos también implican problemas medioambientales y, en ocasiones, efectos secundarios no deseados, recordando también que hay una mayor concienciación sobre la importancia de economizar los recursos naturales, que son cada vez más escasos, así como una creciente preocupación por la salud y la seguridad. “Con todo, la denominada química verde busca la eficacia a través de la reducción de costes, riesgos, residuos, energía y recursos no renovables”, ha subrayado Antonio Alberola.
<h4>La biotecnología industrial incluye productos como las enzimas, proteínas y péptidos empleados en la industria alimentaria, en productos de limpieza o de biorremediacion</h4>
El auge por los productos químicos basados en la biotecnología sostenible se refleja en el incremento de este mercado, que ha pasado de representar el 3,5% del volumen de ventas total en 2007,  a alzancar un 7,7% en 2012 y casi duplicar este porcentaje en 2017, hasta suponer el 15,4%. En palabras de Alberola, “la industria ha comprendido que la inversión en I+D, especialmente la que tiene en cuenta la relación entre tecnología y medio ambiente, es capaz de generar innovaciones que contribuyen a aumentar la competitividad y la rentabilidad de las empresas que son sostenibles en sus actividades”.
En concreto, en el segmento de la higiene industrial, la biotecnología ha permitido desarrollar tensoactivos sintetizados biológicamente, más respetuosos con el entorno, y que son de baja toxicidad y alta biodegradabilidad. La irrupción del uso de enzimas ha conseguido, además, reducir el uso de agentes tensioactivos, cumpliendo como agentes blanqueadores y desengrasantes entre otros usos. Este avance que Cleanity ha incorporado en su gama BIO, "mejora los rendimientos de los procesos de limpieza por su alta eficacia, favorecen la eficiencia energética, ya que requieren menos temperatura para actuar, son biodegradables y puedes sustituir a los productos clorados o alcalino-clorado tradicionales”, ha concluido el director de producto de Cleanity.

En un entorno en el que tanto los consumidores como la propia industria muestran una creciente preocupación por el respeto al medio ambiente, la industria química ha encontrado en la biotecnología un aliado para el desarrollo de innovaciones sostenibles. Un claro ejemplo de ello es el sector de higiene industrial en el que se han creado tensoactivos sintetizados biológicamente más sostenibles y eficaces que los tradicionales, según afirmó en ChemPlast Expo el director de producto de Cleanity

Cleanity apuesta por la biotecnología blanca en sus desarrollos

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