
El proyecto DesInk, para el desarrollo de tintas funcionales basadas en micro y nanocargas para aplicación como recubrimientos en distintos sectores industriales, ha concluido tras dos años de trabajo. La iniciativa ha dado como fruto la creación de recubrimientos transparentes y con elevada reisitencia al desgaste, que pueden ser imprimibles mediante tecnología de impresión digital inkjet y que en su aplicación alimentaria, mejoran las propiedades barrera de los materiales plásticos utilizados en el envasado de alimentos.
En esta iniciativa ha intervenido un equipo de investigación coordinado por el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), en colaboración con el Instituto Tecnológico el Metal, Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidimme) y el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene) que ha contado con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) a través de los Fondos Europeos Feder de Desarrollo Regional.
En el marco del proyecto DesInk, los investigadores han abordado problemáticas comunes a baldosas cerámicas, suelos de madera y envases alimentarios, trabajando en la mejora de la resistencia y la seguridad en estos campos, en combinación con una reducción del coste mediante el uso de tecnologías avanzadas y materiales basados en la nanotecnología.
En su aplicación en envases alimentarios, la combinación de ambos materiales laminares, nanoarcillas y grafeno, resultado de las investigaciones del proyecto DesInk, podría aumentar significativamente las propiedades barrera si se dispersan de forma efectiva
Los tres centros tecnológicos implicados en el proyecto han colaborado en el desarrollo de matrices, orgánicas o inorgánicas susceptibles de ser utilizadas en los recubrimientos protectores así como cargas y aditivos, entre las que se encuentra el grafeno y nanoarcillas convenientemente funcionalizadas para ser utilizadas como recubrimientos poliméricos y que actúen como fase de refuerzo en la mejora de las propiedades técnicas de los recubrimientos. Obteniendo como resultado recubrimientos funcionales con los requisitos adecuados para su correcta aplicación mediante tecnología inkjet, en el caso de superficies cerámicas, y sustratos derivados de la madera y tecnología flexo, en el caso de los envases.
En lo referente a la aplicación a envases, fuentes de Itene aclaran que “los materiales más empleados en el envasado alimentario son los plásticos, dado su bajo coste y peso, pero presentan el inconveniente de su relativa elevada permeabilidad a gases, lo cual disminuye la vida útil de los alimentos que contienen”.
Al objeto de aumentar esta barrera, se están empleado en la actualidad sistemas multicapa que combinan varios materiales, lo que implica “altos costes de producción y de materiales, y añaden dificultad para su reciclaje”. Como resultado del proyecto DesInk, “la combinación de ambos materiales laminares (nanoarcillas y grafeno) podría aumentar significativamente las propiedades barrera si se dispersan de forma efectiva”, concluyen desde Itene.