
La I+D+i es un factor básico para la estrategia y la competitividad de la industria alimentaria. ¿Cómo está siendo la influencia de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus en la inversión y proyectos de investigación en este sector?
El Covid-19 ha provocado una crisis que nos ha llegado de golpe, sin avisar. Como en otros sectores, a la industria alimentaria le toca ahora trabajar y esperar tiempos mejores, creando productos únicos, con valor añadido en un mercado global. Y desde Fedit estamos convencidos que esto solo se consigue con más innovación y más inversión en I+D+i, que conllevará mayor competitividad global del sector. La crisis del Covid-19 está suponiendo un triple reto para la industria alimentaria: asegurar el suministro de alimentos a la población, salvaguardar la salud de los trabajadores de la empresa y, por supuesto, seguir garantizando la seguridad alimentaria.
En estas últimas semanas se han publicado diferentes iniciativas que deben servir para apoyar la inversión en I+D+i en general y también para el sector alimentario. Diversas entidades (Agencia Estatal de Investigación, CDTI, Enisa, ICO, entre otros) han publicado convocatorias para flexibilizar los procesos de concesión, suscripción y devolución de préstamos públicos, particularmente aquellos derivados de los programas públicos de ayuda a la I+D+i, al emprendimiento, la creación y el crecimiento de las empresas.
¿Podría hablarnos de las iniciativas de Fedit y de los centros que representa para frenar la expansión de la mencionada pandemia?
El colectivo de centros tecnológicos respondió con rapidez en esta situación de crisis provocada por el Covid-19, poniendo a disposición del gobierno y las administraciones todas sus capacidades tecnológicas, recursos e infraestructuras. Los 35 centros pertenecientes a Fedit trasladaron al Ministerio de Ciencia e Innovación y al de Industria su determinación de poner al servicio de la Administración General del Estado sus recursos humanos y tecnológicos, así como su capacidad de generación y explotación de conocimiento en todos y cada uno de los sectores económicos y sociales en los que operan.
Centros que han tenido que reorientar su actividad y adaptarse a las circunstancias (reducción del personal de laboratorios, aumento del teletrabajo, adecuación a nuevas demandas tecnológicas). En todo caso, nuestra visión es que el problema no acaba cuando consigamos frenar la expansión de la pandemia, ya que tenemos que afrontar el 'escenario pos-Covid' y conseguir que la crisis social y económica pueda revertirse en el menor tiempo posible.
En su opinión, ¿cómo pueden ayudar los centros tecnologicos a este sector a afrontar la crisis socioeconómica provocada por la pandemia?
Para nosotros, esta pandemia supone un reto gigantesco para la competitividad empresarial, que tendrá que afrontar una etapa donde habrá menos recursos, donde los retos sociales derivados de esta crisis obligarán a racionalizar mucho más las inversiones en otras áreas y donde la tentación a primar los problemas de liquidez de las empresas sobre las inversiones en I+D+i necesarias afectará a muchas de ellas.
Desde Fedit defendemos que de estas crisis solo se sale con más ciencia, tecnología, innovación y competitividad, para generar más industria, empleo y bienestar social. Tenemos el ejemplo de la crisis de 2008, donde las soluciones no fueron en esta dirección y provocaron una ralentización en el sistema de I+D+i en general, y en los centros tecnológicos en particular, que más de 10 años después aún seguimos pagando.
Fedit trabaja para impulsar y fomentar la innovación, desarrollo tecnológico e investigación en las empresas y en la sociedad a través de sus asociados. ¿Cuáles son las líneas de actuación más destacadas de la Federación para llevar a cabo sus principales objetivos?
Desde Fedit entendemos que una de las claves para el futuro es afirmar el potencial de los centros tecnológicos para que sean aprovechados como los instrumentos útiles que son para el cambio de modelo económico. Las líneas de actividad de Fedit se centran, principalmente, en influir en las políticas públicas de apoyo a la I+D+i; dar visibilidad a los proyectos y logros tecnológicos de nuestros socios; presentar el posicionamiento conjunto del colectivo de centros tecnológicos en diversas materias; fomentar la cooperación en red de estos, y la publicación de datos de impacto agregado del conjunto de centros tecnológicos.
Otras informaciones en la edición de Tecnifood núm. 129 (mayo/junio 2020)