
El recién creado Grupo Food Defense Soluciones está integrado por CNTA, Masscomm, OCA Instituto de Certificación, Eulen Seguridad, S21sec y WAF, y su finalidad ofrecer soluciones globales de protección alimentaria contra la contaminación intencionada, aunque adaptadas a cada necesidad. Además de los representantes de las empresas que constituyen el Grupo, participaron en la jornada el director general de Agricultura y Ganadería del Gobierno de la Rioja, Igor Fonseca, y el consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra, José Javier Esparza. En sus intervenciones, ambos expresaron su satisfacción por la creación de esta iniciativa que supone para el sector agroalimentario “poder conquistar nuevos mercados aportando un valor añadido a los productos”.
Las contaminaciones intencionadas de alimentos tienen que ver, entre otras, con acciones terroristas, de activismo o intervenciones de empleados descontentos que buscan un impacto sanitario y económico a través de la manipulación de agentes radioactivos, biológicos, químicos o físicos. Durante todo el encuentro, se destacó el valor estratégico del sector agroalimentario español, lo que “añade un plus de responsabilidad” a la actividad del sector para garantizar la calidad y seguridad de los productos alimentarios, según señaló Juan Antonio Gómez Bulé, presidente del Consejo Asesor de S21sec.
El procedimiento de Food Defense es complejo y por el momento, es la necesidad de cumplirlo por las normativa IFS versión 6, -que introduce el término Food Defense como novedad- y BRC lo que está obligando a muchas empresas a su implantación
En España no se han sucedido episodios llamativos reacionados con la contaminación intencionada de alimentos, pero ante la posibilidad de que eso ocurra se ha creado el Grupo Food Defense Soluciones, cuyos responsables ofrecieron a los presentes determinadas pautas para tratar de evitar los efectos negativos que estos hechos pueden causar a las empresas, mediante la aplicación del conocimiento, los medios y tecnologías que ya existen.
En su exposición, Eva Hita, del Área Comercial y de Marketing de CNTA, explicó que “no existe un Plan de Food Defense Standard ya que este depende de muchos factores”, entre los que citó: diseño de las plantas industriales, ubicación, medidas de control de accesos, medidas de seguridad, número de trabajadores, sistemas informáticos, etc. Pero sí apuntó que existen incidencias típicas, como medidas de control insuficientes o la falta de conciencia del personal de informar sobre circunstancias extrañas en su puesto de trabajo. Al respecto, Ricardo Cañizares, director de Eulen Seguridad, recordó la importancia de “protegerse, cada uno en función de su casuística, de los hechos intencionados que pueden poner en peligro las cadenas de producción y distribución de alimentos”.
Por su parte, José Manuel Gil, director de Agrofood de OCA, si bien normas como IFS y BRC, exigidas por los principales entes de distribución alimentaria mundiales, “ya plantean una serie de beneficios a las industrias como son la disminución de porcentajes de retirada de productos, reclamaciones de clientes o incidencias en inspecciones sanitarias, la introducción de los requisitos de Food Defense, añade a las empresas un valor añadido y la oportunidad de prepararse para lo que va a ser la Fabrica del Futuro”.