
Por segundo año, se conmemora el 17 de noviembre el Día Nacional de la Seguridad Alimentaria, DNSA 2018 en esta ocasión y con el lema 'El pan nuestro de cada día', ALCYTA, asociación promotora de esta iniciativa, persigue concienciar y dar a conocer la importancia de la seguridad alimentaria para el consumidor en el punto de venta. Este año se ha elegido este ámbito porque, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hasta el 95% de las reclamaciones planteadas por los clientes en los mercados, grandes superficies y comercio minorista guardan relación con la contaminación de los alimentos adquiridos.
El DNSA 2018 tiene un doble objetivo, difundir información veraz y de fácil entendimiento en torno a la seguridad e inocuidad de los alimentos y buscar la mejora de la eficiencia de los canales de producción y distribución para minimizar el desperdicio
Además, desde esta entidad se llama a tomar conciencia de la dificultad creciente de alimentar a las ciudades del mundo y de "la importancia de contar con mercados urbanos eficientes, incluyendo el desarrollo de mejores prácticas para reducir el desperdicio de alimentos". Al respecto, recuerdan que casi un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial para el consumo humano se desperdicia y las pérdidas se concentran cada vez más en las ciudades. La FAO estima que más del 40% de los cultivos de tubérculos, frutas y verduras se pierden o desperdician, junto con el 35% del pescado, el 30% de los cereales y el 20% de las semillas oleaginosas, carne y productos lácteos.
En este escenario, DNSA 2018 presenta una doble vertiente, por una parte, "la difusión de toda aquella información veraz y de fácil entendimiento relativa a los alimentos comprados por parte del consumidor en términos de seguridad e inocuidad" y por otra, busca "la mejora de la eficiencia de los canales de producción y distribución de cara a minimizar las pérdidas y desperdicios de alimentos en el punto de venta que permita obtener un alimento totalmente seguro", señalan desde ALCYTA, que con este proyecto invita a los profesionales del sector alimentario a realizar acciones en este sentido.
Calidad Pascual se alinea con el DNSA 2018
La compañía alimentaria Calidad Pascual se hace eco de este llamamiento, partiendo de ser consciente de que "los consumidores están cada vez más concienciados y se preocupan por saber de dónde proceden los productos que llegan a sus mesas, al igual que existe un interés creciente por el bienestar animal y por conocer los distintos métodos de producción". Todo ello en un escenario en el que "la población aumenta y demanda más alimentos, por lo que desde las compañías tenemos que ser capaces de producir más, pero ahorrando recursos e impactando menos en el entorno. Así, asegurar la seguridad alimentaria se torna como una labor indispensable para las compañías", explica Daniel Sánchez-Patón, gerente del Sistema de Gestión Integrado de Calidad Pascual.
"La población aumenta y demanda más alimentos, por lo que desde las compañías tenemos que ser capaces de producir más, pero ahorrando recursos e impactando menos en el entorno", destaca Daniel Sánchez-Patón, gerente del Sistema de Gestión Integrado de Calidad Pascual
Un desafío ante el que la compañía garantiza que "nuestros productos y procesos cumplen un elevado nivel de exigencia en términos de calidad, medio ambiente, seguridad y salud laboral". Para ello "contamos con un programa, respaldado por nuestro Comité de Dirección, que avala nuestro decidido compromiso por ofrecer productos seguros y de gran valor añadido a lo largo de toda la cadena de valor".
Sobre este particular, se centra en la cadena de valor láctea, partiendo de que "la leche es un alimento muy regulado para el que se permiten muy pocas modificaciones, así que cuidar al detalle todas las fases del proceso resulta esencial. La certificación en Bienestar Animal es la máxima garantía de calidad que podemos ofrecer al consumidor e implica, además, que nos exigimos como empresa más de lo que nos demanda la propia ley". Esta es una distinción de Aenor con la que Calidad Pascual quiere demostrar su compromiso a largo plazo con las buenas prácticas ganaderas y su preocupación por el bienestar animal, esencial para obtener una leche de alta calidad. "Un resultado que logramos cuidando a nuestras vacas, dotándoles de las mejores instalaciones; alentando a nuestros ganaderos, acompañándolos y asesorándolos para forjar relaciones de larga duración; cuidando la leche, asegurando su mayor grado de frescura y envasándola al poco tiempo de su ordeño, y triplicando los controles que nos exige la ley para asegurar la máxima calidad".