Una menor población con una mayor proporción de hogares de menor tamaño y sin hijos ha hecho que el consumo dentro del hogar ascienda un ligero 0,1% respecto al ejercicio anterior, hasta los 67.095,5 millones de euros. Asimismo, la reducción del desperdicio alimentario y el mayor consumo fuera de casa también explican la menor compra de alimentos por parte de los hogares