
En la actualidad, cerca de 842 millones de personas en el mundo sufren desnutrición crónica y el futuro abastecimiento de alimentos se ve amenazado por los modelos insostenibles de desarrollo que degradan el medio ambiente, amenazando a los ecosistemas y la biodiversidad. Una situación ante la que desde la FAO se impulsa las acciones del Día Mundial de la Alimentación de 2013 encaminadas a plantear cómo debe ser un sistema alimentario sostenible.
Con la ya larga crisis económica internacional, la situación de desnutrición tradicionalmente vinculada a países en desarrollo, ha aumentado también sus porcentajes de forma considerable en los países más avanzados, donde se producen notables desequilibrios entre este déficit nutricional entre una parte de la población y, al tiempo, un importante desperdicio alimentario global. Según datos de la FAO, en el mundo se desaprovechan alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos al año y en concreto, en Europa se desechan 89 millones de toneladas. A nivel internacional, la FAO está impulsando la iniciativa “Save Food”, que tiene como objetivo reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos en todo el mundo.
En el caso español, los datos del Magrama señalan que España, con 7,7 millones de toneladas, es el sexto país que más comida desperdicia de Europa tras Alemania, Holanda, Francia, Polonia, Italia. Cifra que supone un desperdicio medio por hogar (2,7 personas de media) de 1,3 kg a la semana, siendo los alimentos más desechados: pan, cereales y otros alimentos de pastelería (19,3%), seguidos de frutas y hortalizas (16,9%) y la leche, yogures, quesos y otros derivados lácteos (13,3%). Esta situación contrasta con el hecho de que 9 millones de personas viven en situación de pobreza en nuestro país.
Iniciativas españolas contra el desperdicio
Ante esta situación, el Magrama diseñó a mediados de este año la Estrategia “Más alimento, menos desperdicio”, que según palabras de la secretaria general de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, ha nacido “como una gran plataforma integradora porque todos tenemos un compromiso con la sociedad, con los más necesitados, con el uso eficaz de los recursos y con el cuidado del medio ambiente”. Entre las líneas de actuación, en el marco de las políticas de innovación para la industria alimentaria, el Ministerio promoverá trabajos y proyectos para mejorar la eficiencia en el aprovechamiento de los productos, se divulgarán e impulsarán los ejemplos más significativos y se impulsarán líneas de ayudas para proyectos innovadores y se establecerá una comunidad de conocimiento y divulgación y foros de debate.
El pasado año la Asociación Multisectorial de Fabricantes y Distribuidores AECOC encabezó el inicio de un proyecto contra el desperdicio alimentario al que se han suscrito más de 225 compañías. El objetivo es, por un lado el impulso de buenas prácticas destinadas a la prevención y reducción de los desperdicios alimentarios en todos y cada uno de los eslabones de la cadena de valor, y por otro, trabajar para incrementar la redistribución de alimentos (donaciones, etc.), así como la mejora de las condiciones en las que ésta se lleva a cabo. En este sentido, AECOC firmó un acuerdo con la Federación Española del Banco de los Alimentos para optimizar esta redistribución. Nuestro país encabeza, en el ámbito europeo, el ranking de donaciones a los bancos de alimentos, contando con 56 bancos. En el último año, las donaciones alcanzaron las 104 millones de kg.