
Con tres décadas de experiencia en el sector, Europastry es líder del mercado de masas congeladas, con una facturación de 389 millones de euros en 2012. El Grupo cuenta con 2.800 empleados, 10 centros de producción en la Península Ibérica (9 en España y 1 en Portugal) y tiene presencia en más de 20 países.
TF: Háblenos de un desarrollo exitoso entre los últimos lanzamientos de Europastry.
JQ: Los últimos éxitos de Europastry tienen que ver fundamentalmente con el desarrollo de procesos industriales capaces de emular los procesos artesanales, todo ello con una gran calidad de producto. El primer hito consistió en la gama del Pan Gran Reserva con triple fermentación y un proceso de precocción exclusivo. Recientemente se ha lanzado el concepto de Viennoiserie Caprice, que garantiza el mejor proceso de elaboración para los productos de bollería de alta gama de las marcas de Europastry que lo llevan: Fripan, Frida y Yaya María.
Los avances tecnológicos que posibilitan estos nuevos procesos son el diseño, juntamente con nuestros proveedores, de maquinaria y elementos de producción que cumplan ese objetivo.
La eliminación de grasas hidrogenadas en la bollería fue una iniciativa pionera en el sector de masas congeladas
TF: ¿Cuál es el compromiso de Europastry con la nutrición saludable?
JQ: El pan es un componente básico de la dieta mediterránea. Sus buenas cualidades nutricionales han sido ampliamente demostradas, aunque como todo buen producto es susceptible de mejorar. Europastry se ha incorporado a los principios de la estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad impulsada por el Ministerio de Sanidad y Consumo) y de los principales prescriptores mundiales en el campo de la salud, reduciendo el contenido de sal en los panes especiales. Dicha reducción, que se compensa con un incremento del potasio, contribuye de manera clara al concepto de salud pública, en este caso de la hipertensión, en el que las empresas alimentarias deben jugar un importante papel.
Ésta y otras mejoras nutricionales que se han llevado a cabo, por ejemplo la eliminación de grasas hidrogenadas en la bollería, iniciativa que fue pionera en el sector de masas congeladas, se han realizado sin alterar las propiedades sensoriales de los productos diana, condición básica para su comercialización.
Podemos afirmar, sin duda alguna, que Europastry tiene un elevado compromiso con la salud, aspecto que va íntimamente ligado a la naturaleza de sus productos y a la mayor sensibilidad de los consumidores respecto a este tema.
TF: ¿Qué importancia concede Europastry al departamento de I+D+i?
JQ: La I+D+i es el core business de Europastry. En 2012 invertimos 3,7 millones de euros en I+D+i con el objetivo de lanzar nuevos productos y mejorar los procesos productivos.
Aparte del mercado nacional, el fuerte impulso de Europastry en el mercado exterior, implica innovar en nuevos conceptos de producto. Formas, fórmulas y rellenos inéditos implican un esfuerzo constante de puesta al día por parte de un equipo multidisciplinar altamente cualificado. Tal como he comentado antes, el concepto de salud tiene también una relevancia importante en este contexto.
Más del 5% de nuestras ventas anuales proceden de productos de nuevos lanzamientos, lo que demuestra lo importante que es para nosotros este capítulo.
TF: ¿Qué principales inversiones han llevado a cabo en producción?
JQ: Las inversiones en producción son un capítulo clave en nuestra política de expansión.
Un ejemplo es la reciente inauguración de una planta de bollería prefermentada de alta gama en Sarral (Tarragona), en la que hemos invertido 20 millones y que es una de las más modernas de Europa. En este caso, paradójicamente, la aplicación de la tecnología más puntera tiene el objetivo de conseguir que el proceso de producción sea igual al de los boulangers artesanos franceses. A su vez, el objetivo final es pasar de ser importadores de este tipo de productos, a exportadores.