
La industria alimentaria está representada en el equipo Food Start Tech Corporate mediante un grupo de catorce empresas del sector, 4 más que en la primer edición, con un marcado carácter innovador y abiertas a nuevas fórmulas de colaboración y búsqueda de ideas. Este año forman parte del equipo Corporate: Aceitunas del Guadalquivir, Agro Sevilla, Azucarera, Borges, Budenheim, Calidad Pascual, Congelados de Navarra, Florette, Grupo Apex, Grupo Helios, Grupo Riberebro, Mahou San Miguel, Grupo Palacios Alimentación y Tabuenca.
Cada una de las empresas participantes comparten la idea de que el sector vive un momento excepcional en el que es posible crecer y crear impacto a través de fórmulas de colaboración que lleven a una innovación de valor en el mercado. En la actualidad, se están dando grandes cambios en el sector alimentario que están reimaginando el futuro más cercano.
Por ejemplo, hoy es posible encontrar una hamburguesa que tiene la textura y el sabor de la carne pero que, sin embargo, está hecha a base de proteína vegetal. Existen otras tendencias que van en aumento, como el etiquetado Clean Label, que hace referencia a 3 demandas del consumidor: alimentos libres de aditivos, listas de ingredientes reconocibles y naturales y alimentos menos procesados. Sin olvidar la implantación de la tecnología blockchain para conseguir conocer el origen y la historia de los productos.
En palabras de Héctor Barbarin, director general del CNTA, “la comida es un proceso colaborativo y social, literalmente, nuestra sociedad se forma alrededor de la comida. Es lo que nos une. Por ello creemos que construir una comunidad alrededor de la comida tiene mucho sentido”.
Food Start Tech quiere dar respuestas al consumidor
La primera reunión de trabajo del equipo Corporate se llevó a cabo hace unos días y se acordó abordar 6 retos tecnológicos:
1. Clean label: nuevos ingredientes y saborizantes naturales, que permitan ofrecer soluciones “sin aditivos”, así como tecnologías que faciliten la reducción de aditivos y/o ingredientes.
2. Mejora de perfil nutricional (“sin”, “reducido”): a través de ingredientistas que estén desarrollando soluciones y busquen empresas con las que colaborar en el desarrollo y/o validación de las mismas. El objetivo es reducir azúcar, sal y grasas en los productos sin modificar el sabor ni la textura.
3. Productos funcionales: soluciones alimentarias que tengan efectos beneficiosos para la salud de los consumidores y que sean fáciles de ingerir. Es decir, productos con características funcionales, así como ingredientes innovadores funcionales.
4. Seguridad alimentaria y calidad: con soluciones y tecnologías en desarrollo, tanto en el ámbito de la planta industrial (análisis en fábrica y en continuo) como en el del consumidor (con cada vez un mayor acceso a la tecnología a través del móvil).
5. Proteínas alternativas: nuevos productos alimentarios ya en el mercado, nuevos ingredientes ricos en proteínas (insectos, algas, vegetales, setas...) que se puedan incluir en formulaciones de productos existentes y nuevas tecnologías para la producción de alimentos con proteínas alternativas.
6. Subproductos y vertidos: este reto se incorpora como novedad en 2019 por la creciente conciencia medioambiental y a la preocupación de las empresas por cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible. El objetivo es identificar posibles sinergias y colaboraciones en la gestión agrupada de ciertos deshechos.
Aprendizaje colaborativo a tres bandas
Para no quedarse atrás en un entorno tan cambiante, en el que el consumidor y sus demandas juegan un papel central, parece obligatorio que las empresas busquen fórmulas de colaboración que lleven a generar oportunidades de innovación para los consumidores.
A través de Food Start Tech se pretende confirmar la hipótesis de que, juntos, grandes corporaciones, startups y CNTA, aceleran su desarrollo tecnológico y la innovación de valor. En este contexto, destaca el papel de las startups para aportar soluciones a los retos de la industria alimentaria. Por ello, la plataforma facilitará su encuentro con grandes empresas de referencia en el sector y de las que pueden surgir futuros acuerdos y colaboraciones.
Por su parte, las empresas del equipo Corporate tendrán la oportunidad de trabajar de una manera diferente y, a través de metodologías que se suelen utilizar en el mundo startup (agile, design thinking y lean, entre otras), salir de su día a día y poder encontrar espacios en los que abrir la mente y encontrar soluciones compartidas.
CNTA cierra este triángulo colaborativo aportando su conocimiento del sector para mejorar la competitividad del sector agroalimentario, así como facilitando sinergias que lleven a una innovación de mayor valor en el mercado que dé respuesta a las necesidades tanto de las empresas como de los consumidores.