
La Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva (Oriva) avanza en sus líneas de investigación en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para conocer las ventajas culinarias y saludables de este aceite. Según afirma José Luis Maestro Sánchez-Cano, presidente de Oriva, “partimos de una composición química con mucho potencial, y los estudios científicos nos están dando la razón. Las conclusiones de los estudios terminados han sido muy positivas en cuanto a las propiedades culinarias y saludables. Y las líneas de investigación abiertas apuntan en el mismo sentido”.
El aceite de orujo de oliva está compuesto en más de un 80% por ácido oleico y tiene un 3% de compuestos bioactivos -entre los que se encuentran ácidos y alcoholes triterpénicos, escualeno, tocoferoles, esteroles, alcoholes grasos y compuestos fenólicos-. Sobre su composición y aplicaciones giran los seis estudios emprendidos con el CSIC, dos de ellos ya concluidos y cuatro en desarrollo.
Vía de prevención del alzhéimer
Según la entidad, algunos de los compuestos bioactivos presentes en el aceite de orujo de oliva podrían atenuar la inflamación de células cerebrales relacionadas con el alzhéimer. Este es el planteamiento central del estudio 'Protección frente a la enfermedad de Alzheimer mediante la atenuación de la activación de microglía por el aceite de orujo de oliva' del Instituto de la Grasa, IG, del CSIC.
Para Javier Sánchez Perona, investigador científico del IG-CSIC, "esta enfermedad provoca un estado crónico de inflamación de bajo grado, que podría reducirse con la ingesta de ácido oleanólico, alfa-tocoferol y beta-sitosterol, que forman parte de este aceite. Los resultados en el laboratorio con lipoproteínas, las partículas que transportan por la sangre la grasa de la dieta, han sido muy positivos”. Tras estas primeras evidencias, ha comenzado la fase II del estudio que ya está llevando a cabo ensayos clínicos en humanos.
Salud cardiovascular
En otra línea de investigación liderada por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (Ictan) del CSIC, también se están realizando ensayos clínicos en humanos para estudiar las propiedades en salud cardiovascular del consumo diario de aceite de orujo de oliva en dosis nutricionales. Bajo el título 'Evaluación del efecto en salud del aceite de orujo de oliva en consumidores sanos y en población de riesgo en comparación con el aceite de girasol convencional y alto oleico', el analisis establece un marco comparativo con los aceites de girasol y girasol alto oleico en relación con marcadores cardiometabólicos como la hipertensión, la diabetes o la obesidad.
Según Raquel Mateos Briz, investigadora científica, y Laura Bravo Clemente, profesora de investigación y directora del grupo que está llevando a cabo este estudio en el ICTAN-CSIC, “buscamos evidencias que indiquen si los compuestos bioactivos del aceite de orujo de oliva podrían ser beneficiosos en la protección frente al riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. En el estudio participan personas sanas y con hipercolesterolemia, a quienes se les realizarán numerosas pruebas para determinar el efecto del aceite de orujo de oliva en su salud”.
Otras informaciones en la edición de Tecnifood núm. 132 (noviembre/diciembre 2020)