
El fabricante de referencia mundial de chitosán vegetal, KitoZyme, representada en España por Innovafood, ha registrado una tasa de crecimiento en ventas del 354% en los últimos 5 años, con lo que por segundo año consecutivo le ha valido el reconocimiento en los premios Deloitte Technology Fast 50.
Este galardón reconoce a las compañías de más rápido crecimiento en términos de volumen de ventas en diferentes países en el ámbito de la tecnología. En esta edición, KitoZyme ha logrado posicionarse como la empresa belga que experimentó el mayor incremento en la categoría de Biotecnología, Nanotecnología y Medtech.
Los ganadores belgas pasan a competir automáticamente en el concurso Deloitte Technology Fast500 EMEA. Con 25 países participantes, esta competición clasifica las 500 empresas de tecnología de más rápido crecimiento en Europa, Oriente Medio y África.
Sustentanda en una sólida actividad de I+D+i, que se ha traducido en la consecución de doce patentes y un notable crecimiento de su cifra de negocio, le ha valido a Kitozyme la confianza de la comunidad financiera, de modo que a finales del pasado mes de agosto, la compañía anunciaba un aumento de capital de 2,5 millones de euros y la obtención de un crédito de 3,5 millones de euros, para financiar el desarrollo de nuevos productos y la expansión de su negocio, especialmente en Oriente Medio.
Constituida en el año 2000 como spin-off de la Universidad de Lieja, Kitozyme se dio a conocer a través del desarrollo de un sustituto vegetal de la quitina, un biopolímero que se encuentra en los caparazones de los crustáceos, rico en fibra y con propiedades coagulantes, conservantes y antibacterianas, pero que es alérgeno. De ahí la idea de desarrollar esta fibra a partir de una fuente vegetal fúngica. En palabras de François Blondel, CEO de KitoZyme, “actualmente, somos los únicos en el mundo que producimos chitosán de fuentes fúngicas, un proceso que está protegido por una docena de patentes”.
Sobre la base de sus biopolímeros patentados, KitoZyme, fabrica y comercializa dispositivos médicos, suplementos alimenticios e ingredientes que se comercializan en más de 20 países. Las propiedades únicas de su chitosán vegetal han permitido desarrollar productos en los campos de control de peso, salud digestiva y cardiovascular, así como una serie de aplicaciones específicas. Tras crecer más de un 50% en 2014, hasta alcanzar una facturación de alrededor de 5 millones de euros, Kitozyme espera crecer nuevamente a doble dígito este año.