
Integrada por más de 600 empresas del sector, la Asociación Española del Aluminio, AEA, se ha sumado a la necesidad de suprimir el envasado de un solo uso coincidiendo con la ley aprobada en el Parlamento Europeo en 2018, en la que se aprobó que los plásticos de usar y tirar dejarían de emplearse en 2021. Además, desde la Asociación han señalado que "los envases destinados a albergar alimentos deben garantizar la seguridad alimentaria y la calidad de los productos en su interior, y el aluminio es un material muy a tener en consideración en este nuevo horizonte".
Esta decisión se ha basado en el estudio desarrollado por la consultora Ipsos, quién ha revelado que un 75% de la población comprendida por 28 países en los que se realizó una encuesta prefieren envases sin plásticos, incluyendo España, dónde esta cifra se eleva a 8 de cada 10 consumidores.
Según los resultados recogidos por la AEA, acciones como cambiar el embalaje de los productos usando materiales que no sean de un solo uso, suponen un paso importante en la implementación de los principios de la economía circular, y de modelos de negocio que reduzcan o eliminen el desperdicio, la extracción y el empleo de materias primas. Por ello, " la clave a la hora de lograr optimizar los envases y embalajes es el ecodiseño, fundamental para que las empresas logren ajustarse a los criterios de sostenibilidad y, al mismo tiempo, que el impacto de su actividad sobre el medio ambiente se minimice al máximo", han afirmado desde la Asociación.
La AEA cita las ventajas del aluminio en la economía circular
Según ha destacado desde la organización, "los envases alimentarios hechos con aluminio tienen otras muchas propiedades" como:
- Buena capacidad aislante
- Resistencia al calor y al agua
- Durabilidad
- Peso ligero
- Buena conservación de la temperatura.
Según el estudio, "el 76% de los españoles afirma sentirse mejor con las marcas que están haciendo cambios para introducir otros materiales más sostenibles". Esto demuestra que los consumidores están cambiando sus hábitos de compra, y que premian a las firmas que están atendiendo a estas necesidades medioambientales en sus políticas de empresa. Asimismo, en nuestro país, el 63% de las personas estarían dispuestas a cambiar el lugar donde realizan la compra si ello implica utilizar menos plásticos.
Según Jon de Olabarria, secretario General de la AEA, “con estos datos sobre la mesa, no parece desacertado afirmar que, en el momento actual, los cambios en los hábitos de consumo de las personas se dirigen a apostar por aquellos productos cuyos envases sean reciclables”. Y ha añadido que “profesionales de distintos ámbitos y sociedad, estamos llamados a trabajar juntos para encontrar soluciones que minimicen los residuos de envases, a través de soluciones eficaces y ecológicamente respetuosas, que desplacen a aquellas otras de un solo uso. Y el aluminio está listo para afrontar este reto”.
Esto demuestra, según Olabarria, “que el del aluminio es un sector que ha hecho grandes avances hacia la implementación de sistemas de reciclado y, por tanto, es un sector preparado para afrontar los nuevos retos medioambientales”.
Otras informaciones en la edición impresa de Tecnifood núm. 129 (mayo/junio 2020)