
TF.- ¿Cuáles son los principales retos del sector del frío industrial?
M.L.- La industria alimentaria es un sector en el que el uso del frío está muy perfeccionado y, por ese motivo, han encontrado en los equipos de enfriamiento evaporativo la tecnología ideal. La industria del frío sigue trabajando para mejorar todavía más la eficiencia energética y la hermeticidad de los sistemas e instalaciones frigoríficas con el objetivo de dar respuesta a la demanda constante de reducir el gasto y las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero.
En estos momentos, se está trabajando en Europa en la Directiva de ecodiseño y en España se está revisando un borrador del decreto regulador de la prevención de legionela, que vendrá a actualizar el Real Decreto 865/2003 de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención de la Legionelosis. Ambos presentarán quizá nuevos retos para el sector pero, sin embargo, todavía es pronto para conocer los detalles de estos nuevos textos.
TF.- ¿Cuáles son la líneas maestras de trabajo de la Asociación?
M.L.- En estos momentos, un tema de gran interés para nuestros asociados es la Regulación sobre gases fluorados a través del Reglamento de Aplicación de la Ley 16/2013 y del Reglamento europeo (Fgas); en este ámbito estamos desarrollando una gran actividad informativa a través de seminarios y jornadas a nuestros asociados. También estamos trabajando en la edición de una Guía para la Eficiencia Energética de las Instalaciones Frigoríficas.
Entre nuestras líneas de trabajo continuas destacaría la labor de información hacia la opinión pública y las administraciones respecto a los equipos de enfriamiento evaporativo, más conocidos como torres de refrigeración, en el sentido de insistir en que se trata de equipos seguros si se realiza un correcto mantenimiento y su eficiencia energética está más que probada.
Entre nuestras acciones en este campo destacan los cursos impartidos a técnicos de sanidad en varias comunidades autónomas, la organización en colaboración con Aqua España de la primera Jornada sobre “Eficacia, eficiencia energética y seguridad en la prevención de la Legionella”, así como numerosas reuniones con diversos organismos de industria y sanidad con objeto de realizar nuestra aportación en los nuevos textos legislativos.
TF.- ¿Qué problemáticas destacaría del sector?
M.L.- En lo que se refiere a los equipos de enfriamiento evaporativo, el temor a brotes de legionela ha provocado una legislación excesivamente restrictiva, especialmente a nivel autonómico, que supone un importante lastre para el sector. Los fabricantes están luchando por mantener el mercado de las torres de refrigeración desde la certeza científica de que se trata de equipos muy eficientes energéticamente e ideales para la optimización de los procesos en diferentes industrias, como la alimentaria.
Pensamos que es necesario más apoyo por parte de las instituciones dados los beneficios de esta tecnología para la industria, como he expuesto anteriormente, y que se relacionan con la eficiencia energética y el medio ambiente.
En el caso de los equipos de enfriamiento evaporativo utilizados en la condensación por agua de las instalaciones frigoríficas, la legislación actual está fomentando el uso de sus alternativas de condensación por aire (aerorrefrigeradores) que, contrariamente, son mucho menos eficientes energéticamente que las torres de refrigeración, con el coste de explotación y medioambiental que ello supone. Esto es algo de lo que la sociedad debería concienciarse. El miedo a la legionela no está fundado cuando se lleva a cabo un correcto mantenimiento de estos equipos tal y como prescribe la legislación.
Estamos trabajando en colaboración con la Administración por conseguir programas “Renove” para estos equipos que aseguren la máxima eficiencia energética y la renovación del parque en base al uso de las últimas tecnologías que propicien un mantenimiento sanitario eficiente, que reduzca al mínimo el riesgo de la aparición de brotes de legionelosis.
TF.- ¿Hacia dónde se dirigen las tendencias (nuevos usos) del sector de gases y tecnología del frío?
M.L.- Más que de nuevos usos, yo hablaría de avances tecnológicos que hacen a estas tecnologías más eficientes energéticamente y también más seguras. En lo referente a los equipos de enfriamiento evaporativo, se ha mejorado su diseño, facilitando el acceso a su interior para realizar las labores de mantenimiento preventivo y control.
En los últimos años, se ha experimentado un avance tecnológico considerable destinado, por una parte, a mejorar la eficiencia de los equipos y, por otra, a reducir el riesgo de que estos puedan ser transmisores de legionela. Esto es así hasta el punto de que, actualmente, sólo un mantenimiento deficiente es susceptible de generar este problema.
Entre los avances técnicos que podemos destacar de estos equipos se encuentran rellenos especiales, filtros de aire de acción combinada contra los rayos UV, la suciedad y las salpicaduras de agua y los separadores o eliminadores de gotas de alta eficacia. Todos ellos contribuyen de manera radical a cumplir con los objetivos antes mencionados.
Se están utilizando nuevos materiales que permiten tratamiento de desinfección y mantenimiento sin deterioro de los equipos. Las superficies interiores son lisas, los paneles de cerramiento desmontables para facilitar la limpieza del relleno. Se dispone de sistemas avanzados de tratamientos físicos, fisicoquímicos y químicos de dosificación y aplicación en continuo, etc.
TF.- ¿Qué nuevas tecnologías destacaría en el sector del frío industrial?
M.L.- Dentro de lo que es el frío que se aplica fundamentalmente a la alimentación, hay dos líneas principales de trabajo, vinculadas entre sí, que son la mejora de la eficiencia energética y la reducción del impacto ambiental de las instalaciones frigoríficas, sin merma de la seguridad de las mismas, tanto en lo que se refiere a la generación o producción de frío (instalación frigorífica propiamente dicha) como a su conservación (aislamiento térmico de equipos, muebles frigoríficos, recintos y cámaras refrigeradas).
Los avances más significativos en lo que se refiere a los sistemas de producción de frío de elevada eficiencia energética, lo más sellados posibles con mínimas o nulas fugas de refrigerante, con reducida carga del mismo, el cual a su vez deberá poseer un bajo potencial de impacto ambiental. Por ello los sistemas húmedos de enfriamiento evaporativo, es decir, torres de refrigeración y condensadores evaporativos, son fundamentales en los procesos que requiere la industria cárnica. El enfriamiento evaporativo asegura al sector unos niveles de eficiencia energética y seguridad de las instalaciones frigoríficas que no se conseguirían con ninguna otra de las alternativas existentes a la hora de garantizar un funcionamiento óptimo. En la industria alimentaria, esta tecnología se utiliza en, aproximadamente, las dos terceras partes de las instalaciones frigoríficas y es en la industria cárnica donde alcanza un uso generalizado.
Los equipos de enfriamiento evaporativo se utilizan para disipar el calor de condensación que se origina en las instalaciones frigoríficas de compresión mecánica, es decir, aquellas que producen y sirven el frío artificial a las cámaras y salas donde los alimentos se refrigeran, conservan y envasan, a los vehículos refrigerados donde se transporta desde el almacenista o desde el matadero al punto de venta.
TF.- ¿Cómo afecta el Reglamento Europeo de Gases Fluorados al sector del frío?
M.L.- El Reglamento revisado de Fgas y las alternativas que se barajan deben contemplarse siempre desde la perspectiva de considerar la eficiencia energética como una prioridad, sin que admitamos que ninguna alternativa, en aras de la mera preocupación de las emisiones directas, penalice el consumo energívoro.
Tiene dos enfoques destacados:
1) Mejorar la prevención de fugas. Las medidas contemplan contención, recuperación, formación y certificación de personal y de empresas y etiquetado de equipos.
Esto beneficiará al sector del frío, que irá adquiriendo más conciencia tanto medioambiental como económica. Además, esquemas más estrictos de formación, certificación y etiquetado contribuirán a profesionalizar y regularizar la industria del frío.
2) Evitar el uso de gases en algunas aplicaciones para las que existen alternativas que podrían ser económicamente viables. Las medidas incluyen restricciones de puesta en el mercado y de uso de ciertos equipos que contienen gases fluorados.
Mientras la disminución regulada de CO2-eq contribuirá a la reducción de emisiones de casi un 80% de las actuales en los próximos 15 años, esta medida también podría conllevar ajustes en la cantidad y precios de refrigerantes con altos PCA en el mercado para compensar el volumen de gas. El sector del Frío debe además tomar decisiones de cambios de refrigerantes y tecnologías de forma muy documentada y responsable. Penalizar el consumo energético con gases de bajo PCA que no ofrezcan niveles de eficiencia razonables en un país como el nuestro, con clima muy cálido en algunas zonas, no parece ser una solución sostenible, dados los objetivos que España, como parte de la UE, tiene de reducción el consumo energético.