
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha sido hoy el escenario para presentar ‘¿Cómo se comportan los españoles ante los alimentos innovadores?’, un monográfico que refleja la actitud de los consumidores españoles ante la innovación alimentaria.
Del documento se desprende que el 62,9% de los compradores se fija en los últimos productos innovadores que salen en el mercado. De este porcentaje, son las mujeres y los consumidores jóvenes (de 25 a 39 años) quienes más reparan en este tipo de artículos, ha destacado Javier Ferradal Márquez, Director del Instituto Cerdà en Madrid, entidad encargada de realizar el informe.
En el otro lado de la moneda están las personas de más de 55 años, que “son muy resistentes a la innovación”, ha indicado José Miguel Herrero Velasco, Director General de la Industria Alimentaria del citado ministerio, que también ha estado acompañado de Purificación González Camacho, Subdirectora General de Estructura de la Cadena Alimentaria.
De una muestra de 1.500 entrevistados, un 18,9% de los consumidores manifiesta probar estos productos en cuanto aparecen en los establecimientos, mientras que un 31,7% no cree en estos productos. Igualmente, casi un 50% de los consumidores españoles asegura que si bien en un principio no adquiere alimentos innovadores, con el tiempo termina probándolos.
La mayoría de alimentos innovadores, además, son adquiridos en los establecimientos habituales de compra. El boca a boca es el elemento que más influye en la decisión de comprar para estos artículos. Le siguen la curiosidad, la degustación en establecimientos y el factor de tener hijos en casa. Por último, los consumidores también tienen en consideración la publicidad del alimento innovador.
En paralelo, la población española tiene la percepción de que los productos innovadores son más caros que el resto de artículos. Para los entrevistados, las áreas de alimentación donde hay más innovación son, por el siguiente orden, platos preparados; lácteos; bebidas (zumos y refrescos); aperitivos y snacks; congelados; y dulces, pan y bollería. Con respecto al último barómetro, correspondiente a 2016, la categoría de aperitivos y snacks ha avanzado un puesto, mientras que la de dulces, pan y bollería ha pasado de la tercera a la sexta posición.
Para los encuestados también son importantes las variables relacionadas con la salud. Así, aumenta el interés por productos innovadores que sean bajos en azúcar y en grasas, así como que tengan una procedencia ecológica o que estén libres de conservantes y que sean bajos en calorías, entre otros.
El estudio monográfico, ‘¿Cómo se comportan los españoles ante los alimentos innovadores?’, se enmarca en el Barómetro del Clima de Confianza Agroalimentario, una estadística oficial perteneciente al Plan Estadístico Nacional, que se lleva realizando desde 2003.