
"Una de las grandes tendencias que va a marcar el rumbo de la economía como consecuencia de la crisis sanitaria es la apuesta que las empresas europeas y españolas van a realizar por la relocalización de la producción industrial, inclinándose por la proximidad en lugar de la dependencia de suministros o productos de Asia", han revelado desde el Cluster de Innovación en Envase y Embalaje, que también asegura que esta tendencia supondrá una gran oportunidad para la cadena de valor del packaging, "que encontrará nuevas oportunidades para exportar o diversificar su producción".
En esta afirmaciones han coincidido los participantes del 'primer café debate', actividad virtual celebrada por el Cluster para analizar las oportunidades y amenazas de la deslocalización y los nuevos flujos comerciales tras la crisis de la COVID-19.
Una de las participantes ha sido la directora general de Internacionalización de la Generalitat Valenciana y directora adjunta del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), María Dolores Parra, quien ha destacado las oportunidades para la maquinaria de packaging, "ya que en muchos países se están replanteando producir más cerca de sus mercados y deslocalizar la producción de China, y van a necesitar tanto tecnología como servicios auxiliares", donde se incluye el sector del envase y embalaje.
También ha explicado que este es un efecto que ya se estaba viendo antes de la crisis “puesto que los costes salariales no eran ya tan rentables y se estaba empezando a apostar por traer la producción deslocalizada, con plazos de suministro más cortos y con más calidad” y el efecto del COVID-19 lo va a acelerar definitivamente.
Parra también ha asegurado que las empresas “no solo van a tener que aprender a diversificar sus exportaciones, sino también sus mercados de importación, valorando pagar más por cosas concretas, pero asegurando no tener dependencias tan altas de mercados asiáticos".
Por su parte, Fernando Llano, socio de la consultora Improven, ha comentado que el sector del envase y embalaje va a tener oportunidades “tanto en el mercado nacional como en exportaciones", una dinámica que favorecerá la importancia que han cobrado los factores higiénicos/sanitarios que se tienen que aplicar a todos los productos.
También ha asegurado que ahora en las importaciones se tienen que tener en cuenta las necesidades sanitarias, porque hay que prever que esta pandemia pueda volver a ocurrir y "nuestra cadena de suministro no puede depender de un único país”.
Internacionalización como estrategia
Para contar su experiencia particular en materia internacional, ha participado en este café el director de estrategia de negocio en la compañía Fermax, Francisco Alapont, quien ha detallado que la deslocalización va a generar también "oportunidades para que España sea receptora de inversión de empresas europeas que vayan a deslocalizar su producción" por el efecto del coronavirus.
Según Alapont, “para reducir tu nivel de exposición, en una fase u otra, tienes que diversificar o internacionalizarte como estrategia, porque si te falla un país o un mercado, puedes ir a otro y salvar la situación”. También ha añadido que “en el caso del envase y embalaje seguro que surgirán oportunidades porque los mercados emergentes no van a cambiar, ya que el foco del problema ha sido sanitario y no económico”.
Lo que está claro es que “la crisis está acelerando procesos como relocalizar o volver a la proximidad, o al teletrabajo, pero no es un cambio de paradigma, sino en realidad una aceleración de lo que ya se estaba produciendo, porque la economía va a seguir siendo global”, ha concluido.
Otras informaciones en la edición impresa de Tecnifood núm. 129 (mayo/junio 2020)