Los sistemas de cierre, tapones y tapas son protagonistas del proceso final de envasado, y su eficacia es clave para garantizar la calidad y seguridad de alimentos y bebidas. Sus diseños, desde los más sencillos a los más avanzados, y sus diferentes materiales han sido desarrollados, no solo para prolongar la vida útil de estos, también tienen que ser atractivos, ergonómicos y convenientes. Pero ahora la tecnología del cierre se enfrenta al reto global de la economía circular y la adaptación a sus principios: reducir, reutilizar y reciclar; sin olvidar el concepto de ecodiseño, que marcarán las tendencias en nuevos desarrollos
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