Aunque suelen ser la parte más pequeña de la estructura de un envase, los tapones y tapas con sus diferentes materiales y sistemas son esenciales para prolongar la vida útil y conservar el sabor y textura de alimentos y bebidas. Además de ofrecer características de estanqueidad y resistencia a la contaminación, estos cierres desempeñan un papel clave para hacer más atractivo un envase, ya sea por su impacto visual como por sus características ergonómicas o su funcionalidad
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