
"Un proyecto de investigación que se centra en el problema de los microplásticos en aguas continentales ha empleado una bomba de tubo 323Dz de Watson-Marlow Fluid Technology Group (WMFTG) para asegurar que la muestra sea viable, fiable y consistente. La bomba compacta de la serie 300 funciona con la precisión y fiabilidad necesarias y además elimina el peligro potencial de que los contaminantes plásticos provoquen resultados de medición imprecisos", han indicado fuentes de la compañía.
Para Watson-Marlow esta problemática ha pasado desapercibida y ha destacado que existe un aumento de las partículas plásticas que tienen 5 mm o menos de tamaño en lagos y ríos. Bajo esta premisa, y con el objetivo de limitar la llegada de estos componentes nocivos al medioambiente, el proyecto de investigación Plastrat -coordinado por la Universidad Bundeswehr de Múnich y patrocinado por el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania (BMF)- tuvo el reto de evaluar el tamaño y la escala del problema.
"Una de las primeras tareas del Plastrat era desarrollar un método uniforme y comparable para tomar muestras de agua de plantas de tratamiento de aguas residuales", ha explicado el catedrático Christian Schaum, profesor de Ingeniería Sanitaria y Gestión de Residuos en la Universidad Bundeswehr de Múnich. Las muestras deben tomarse a intervalos periódicos para compensar las fluctuaciones a lo largo del día y garantizar así que las comparaciones sean adecuadas. El procedimiento debe excluir también el potencial de que la muestras se contaminen debido a otras partículas de plástico.
Los investigadores que trabajan en la planta de tratamiento de aguas residuales de Fellach en Holzkirchen, cerca de Múnich, desarrollaron un procedimiento de muestreo que tiene en cuenta estos criterios. Durante 24 horas una bomba suministra agua a un tanque de almacenamiento del cual se tomarán las muestras. A continuación el agua de este tanque de 1.000 litros se agita para fomentar la homogeneización y crear una muestra mixta.
"La muestra se pasa posteriormente por una serie de filtros de multinivel con tamaños de poro de 50 y 500 μm para concentrar las partículas de microplástico", ha detallado Natalie Wick, miembro del equipo del proyecto. "Los residuos del filtrado se analizan para ver cuántos restos de microplásticos quedan".
Una bomba versátil y fiable
Uno de los retos del desarrollo de este procedimiento fue la selección de la bomba óptima para el muestreo."Las muestras tenían que tomarse a la salida de la trampa de arena y a la salida de la zona de tratamiento secundario, y en diferentes plantas de tratamiento de aguas residuales", ha detallado Wick. "Por lo tanto, la bomba tenía que ser ligera y versátil y al mismo tiempo robusta y fiable".
Rápidamente quedó claro que solo una bomba de tubo podría satisfacer esta larga lista de requisitos. "Gracias a su sistema cerrado de bombeo peristáltico solo la manguera entra en contacto con el medio bombeado, en este caso la muestra de agua. Al contrario que otro tipo de bombas, como las que se basan en tecnologías centrífugas o de diafragma, una bomba de manguera no tiene hélices, juntas ni válvulas en la zona por la que pasa el medio bombeado. Este diseño previene la contaminación y, además, conforma una ruta de bombeo sin obstrucciones que implica que los atascos sean extremadamente improbables".
Las bombas de tubo son la mejor solución para la toma de muestras autónoma y continua a intervalos de 24 horas dado que son autocebantes y previenen de manera eficaz los daños que se podrían causar por un funcionamiento en seco. Además, la potente succión asume las posibles diferencias de altura entre el punto de toma de la muestra y el tanque de almacenamiento.
Precisa, programable y fácil de usar
"Ya habíamos tenido experiencias positivas con las bombas de tubo de Watson-Marlow en nuestros laboratorios", ha revelado Schaum. Estos exitosos encuentros llevaron a la elección de una bomba encapsulada de tubo de la serie 300 de Watson-Marlow, que posteriormente se utilizaría para suministrar 1.000 litros de agua al tanque de muestreo durante 24 horas. La bomba extrae 5 litros de agua en cada uno de los 200 ciclos de muestreo y el transporte automático dura aproximadamente unos 2,5 minutos. La bomba se puede programar fácilmente para realizar un número establecido de procesos de dispensación con una cantidad concreta a intervalos de tiempo establecidos.
Según la compañía, "gracias al cabezal abatible, el tubo o incluso todo el cabezal se puede cambiar en cuestión de minutos". Además, "en este proyecto se utilizó un tubo de silicona de alta calidad suministrado por Watson-Marlow para evitar que las muestras se contaminaran con partículas de plástico. Dado que la bomba y el tubo estaban fabricados por la misma compañía, eran perfectamente compatibles y capaces de alcanzar de manera fiable la precisión necesaria para el muestreo".
La bomba de tubo de la serie 300 de Watson-Marlow lleva ya funcionando más de dos años y "funciona de forma fiable y eficiente cuando tiene que tomar numerosas muestras en situaciones muy diferentes", ha indicado Wick.
Otras informaciones en la edición de Tecnifood núm. 133 (enero/febrero 2021)